miércoles, 22 de agosto de 2012


    -Katniss-me dice en voz baja-, no tiene sentido seguir fingiendo que no sabemos lo que pretende el otro. No sé qué trato habrás hecho con Haymitch, pero deberías saber que también a mi me hizo algunas promesas.
    Claro, eso tambén lo sabía: le dijo a Peeta que me mantendrían con vida, para que él no sospechara.
    - Así que podemos afirmar que mentía a algunos de los dos-concluye.
    Eso logra captar mi atención: un trato doble, una promesa doble, y sólo Haymitch sabe cuál es la real. Levanto la cabeza y miro a Peeta a los ojos.
   - ¿Por qué me lo cuentas ahora?
   - Porque no quiero que olvides lo distintas que son nuestras circunstancias. Si mueres y yo vivo, no quedará nada para mí en el Distrito 12. Tú lo eres todo para mi-me dice-. Nunca volvería a ser feliz- Empiezo a protestar y él me pone un dedo en los labios-. Para ti es diferente. No digo que no sea duro, pero hay otras personas que harán que tu vida merezca la pena.
    Se saca la cadena con el disco dorado que lleva colgada al cuello y la sostiene bajo la luz de la luna, para que vea con claridad el sinsajo. Después pasa el pulgar por una cierra que no había notado antes y el disco se abre. No es sólido, como yo pensaba, sino un medallón, y dentro hay fotos. A la derecha están mi madre y Prim riéndose, y, a la izquierda, Gale. Y sonríe de verdad.
    No hay nada en el mundo que pueda vencerme tan deprisa en estos momentos que esas tres caras. Después de lo que he oído esta tarde... es el arma perfecta.
    -Tu familia te necesita, Katniss -me dice Peeta.
    Mi familia. Mi madre, mi hermana y mi falso primo Gale. Sin embargo, la intención de Peeta está clara: que Gale es realmente mi familia, o que lo será algún día, si vivo; que me casaré con él. Asi que Peeta me entrega su vida y a Gale a la vez, para hacerme saber que no debo dudar nunca al respecto. Todo. Eso es lo que Peeta quiere que le quite.  
    -En realidad, a mi no me necesita nadie-afirma, aunque sin compadecerse. Es cierto que su familia no lo necesita. Llorarán por él, igual que unos cuantos amigos, y después seguirán adelante. Incluso Haymitch, con la ayuda de un buen montón de licor blanco, seguirá adelante. Me doy cuenta de que sólo una persona quedará herida sin remedio si Peeta muere: yo.
    Yo-respondo-. Yo te necesito.

En Llamas ~

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