viernes, 7 de septiembre de 2012

En el interior del cuaderno hay retratos de mi, firme y fuerte, con un uniforme negro. Sólo existe una persona capaz de haber diseñado el traje, que a primera vista parece muy práctico, pero que resulta ser una obra de arte: la caída del casco, la curva del peto, el ligero abullonado de las mangas que deja ver los pliegues blancos bajo los brazos... En sus manos, vuelvo a ser un sinsajo.
-Cinna- susurro.
-Si, me hizo prometer no enseñartelo hasta que decidieras por ti misma ser el Sinsajo. Créeme, ha sido una gran tentación- dice Plutarch- Venga, echa un vistazo.
Paso las páginas despacio, examinando todos los detalles del uniforme: las minuciosas capas de blindaje, las amas ocultas en las botas y el cinturón, el refuerzo especial sobre el corazón... En la última página, bajo el boceto de mi insignia de sinsajo, Cinna ha escrito: "Todavía apuesto por ti".

Sinsajo ~

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